EEUU intensifica su oposición a la Iniciativa de la Franja y la Ruta

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Estados Unidos ha intensificado su oposición a la expansión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) de China en América Latina, tras la reciente adhesión de Colombia al proyecto. El Departamento de Estado de EE. UU. ha declarado que se opondrá «enérgicamente» a los proyectos chinos en la región, especialmente aquellos respaldados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras instituciones financieras internacionales que involucren a empresas estatales chinas.

La BRI, lanzada por el presidente chino Xi Jinping, busca conectar Asia con África y Europa a través de una red de infraestructuras y acuerdos comerciales. América Latina ha sido un objetivo clave para China, con más de dos tercios de los países de la región suscribiendo al proyecto. Durante una cumbre con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Pekín, Xi ofreció a la región una línea de crédito de 9.200 millones de dólares para el desarrollo, destacando la cooperación en tiempos de «confrontación» y «proteccionismo».

Colombia, dirigida por el presidente Gustavo Petro, formalizó su participación en la BRI, una acción que ha provocado tensiones con Estados Unidos, su principal socio comercial y aliado clave. Petro calificó esta incorporación como un cambio trascendental en las relaciones internacionales del país. No obstante, el Departamento de Estado de EE. UU. ha señalado que se opondrá a proyectos apoyados por el BID que incluyan a compañías chinas en Colombia, mencionando preocupaciones sobre la seguridad regional y el mal uso de los fondos de los contribuyentes estadounidenses.

El Banco Interamericano de Desarrollo, donde Estados Unidos ejerce una notable influencia debido a su contribución económica, ha sido un medio esencial para la financiación de proyectos en América Latina. La inclusión de empresas chinas en proyectos financiados por este banco ha generado tensiones, con EE. UU. sosteniendo que dichos proyectos podrían poner en riesgo la independencia económica y política de las naciones latinoamericanas.

La expansión de la BRI en América Latina también ha generado preocupaciones sobre la creciente influencia de China en la región. Países como Brasil, Perú y Chile ya han establecido relaciones estrechas con China, y la adhesión de Colombia refuerza la tendencia de acercamiento hacia Pekín. Sin embargo, algunos países, como México, han adoptado una postura más cautelosa, equilibrando sus relaciones con China y Estados Unidos.

En respuesta a la creciente presencia china, Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos en la región, buscando fortalecer sus alianzas tradicionales y promover alternativas de desarrollo que contrarresten la influencia de la BRI. El gobierno de Trump ha enfatizado la importancia de mantener relaciones económicas transparentes y mutuamente beneficiosas, advirtiendo que la participación en la BRI podría tener implicaciones a largo plazo para la autonomía política y económica de los países latinoamericanos.