El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto la imposición de un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del país, con el objetivo de revitalizar la industria cinematográfica estadounidense y frenar lo que él considera una amenaza a la seguridad nacional. Esta medida ha generado una reacción inmediata en la comunidad cinematográfica y en los mercados financieros internacionales.
Motivo de la acción
Trump ha afirmado que la industria del cine en los Estados Unidos está «en decadencia» rápidamente a causa de los beneficios fiscales que otros países ofrecen. Esto ha reducido la cantidad de películas que se producen en Hollywood. Según el exmandatario, estas iniciativas internacionales han desviado proyectos cinematográficos a otras naciones, afectando negativamente la economía y los trabajos en Estados Unidos. Para revertir esta situación, sugiere la aplicación de tarifas que aumenten el costo de las producciones extranjeras y promuevan el cine nacional.
Impactos en el sector
La iniciativa ha provocado una división dentro del sector cinematográfico. Por una parte, el actor Jon Voight, designado por Trump como representante de Hollywood, ha apoyado el planteamiento, destacando que es vital para salvaguardar los trabajos dentro del sector y disminuir la dependencia de proyectos internacionales. Voight sostiene que la propuesta tiene como objetivo recuperar la competitividad de Hollywood y conservar su legado.
Por otra parte, personas influyentes como Whoopi Goldberg han manifestado su desacuerdo, advirtiendo que las tarifas podrían violar la libertad de creación y reducir las posibilidades para los realizadores. Goldberg menciona que numerosos proyectos necesitan filmaciones en el exterior para asegurar la autenticidad y que la medida podría dañar la imagen internacional de la cultura de Estados Unidos.
Impacto en el mercado financiero
Las bolsas de valores han mostrado una respuesta desfavorable frente a la propuesta. Compañías como Netflix, Disney y Warner Bros, que dependen fuertemente de producciones internacionales, han experimentado una disminución en el precio de sus acciones. Los inversores temen que los aranceles puedan incrementar los costos de producción y distribución, lo cual podría impactar los márgenes de beneficio y la estrategia de contenidos globales de estas empresas.
Posibles repercusiones internacionales
La medida también ha generado preocupación en otros países. La industria cinematográfica australiana, por ejemplo, ha solicitado la intervención del actor Mel Gibson, quien tiene vínculos con Trump, para que abogue contra los aranceles, ya que podrían afectar negativamente a la producción cinematográfica en Australia. Asimismo, embajadores de países como Australia, Reino Unido y Luxemburgo han expresado su oposición, destacando la importancia del cine como herramienta de diplomacia cultural y advirtiendo que los aranceles podrían dañar el entendimiento global.
Consideraciones legales
Aunque Trump tiene facultades para imponer aranceles bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, algunos analistas señalan que la medida podría enfrentar desafíos legales. Argumentan que no hay evidencia clara de que las películas extranjeras representen una amenaza a la seguridad nacional y que la imposición de aranceles podría infringir acuerdos comerciales internacionales y principios de libre comercio.