Retroceso del dólar estadounidense en abril

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Durante abril de 2025, el dólar estadounidense experimentó una significativa depreciación frente a las principales monedas globales, registrando una caída del 4.44% en el Índice Dólar (DXY), que mide su desempeño frente a una canasta de seis divisas de referencia. Este descenso llevó al índice a situarse en 99.27 puntos, marcando su mayor retroceso mensual desde noviembre de 2022.

La debilidad del dólar se atribuye a diversos factores, entre ellos, la creciente incertidumbre económica en Estados Unidos y las políticas comerciales implementadas por la administración actual. Estas políticas han generado preocupaciones sobre una posible recesión, lo que ha llevado a los inversionistas a buscar refugio en otras monedas consideradas más estables.

Entre las monedas que más incrementaron su valor frente al dólar en abril están el franco suizo (6.57%), el euro (4.67%), el yen japonés (4.61%), la corona checa (4.44%) y la corona danesa (4.40%). Estas divisas, de países desarrollados, se favorecieron debido a su consideración como inversiones seguras durante periodos de incertidumbre financiera.

El peso mexicano también tuvo un rendimiento notable, aumentando un 4.14% en relación al dólar y finalizando el mes en 19.6136 pesos por unidad. Este logro constituye su mes más exitoso desde diciembre de 2021. La revalorización del peso fue impulsada por la decisión del gobierno de Estados Unidos de no incluir a México en la aplicación de nuevos aranceles, lo que reforzó la confianza en la economía mexicana y su moneda.

En cambio, ciertas divisas de mercados emergentes experimentaron depreciaciones frente al dólar. El peso argentino disminuyó un 9.15%, el rand sudafricano un 1.54%, la lira turca un 1.44%, el peso colombiano un 1.01%, el yuan chino un 0.30% y la rupia indonesia un 0.14%. Estas bajas evidencian las fragilidades de estas economías ante la inestabilidad del mercado y las políticas económicas globales.

Especialistas en finanzas indican que la caída del dólar se debe a una mezcla de motivos, como la ralentización económica en EE.UU., los conflictos comerciales y la preferencia de los inversores por activos más seguros. Se espera que el movimiento del dólar en el futuro próximo esté muy influenciado por las políticas fiscales y monetarias que implemente el gobierno de Estados Unidos para estabilizar la economía y recuperar la confianza en su divisa.

En este contexto, es fundamental que los países emergentes, como México, continúen fortaleciendo sus fundamentos económicos y manteniendo políticas fiscales y monetarias prudentes para enfrentar los desafíos que presenta la volatilidad del mercado cambiario global. La estabilidad y la confianza en las economías locales serán clave para atraer inversiones y mantener la competitividad en un entorno económico incierto.