Remesas: postura de Sheinbaum ante nuevos impuestos

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La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno continuará trabajando para eliminar completamente el impuesto a las remesas aprobado recientemente por el Congreso de Estados Unidos. Aunque celebró la reducción de la tasa del 5% al 3.5%, Sheinbaum reiteró su rechazo a cualquier gravamen sobre las remesas enviadas por migrantes mexicanos, calificándolo de discriminatorio y violatorio de tratados internacionales.

Durante la conferencia de la mañana en el Palacio Nacional, Sheinbaum subrayó que esta disminución constituye un progreso. Sin embargo, hizo hincapié en que la meta es erradicar por completo el impuesto. Expresó su gratitud hacia el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, así como a los legisladores mexicanos que se desplazaron a Washington para abogar por los derechos de los migrantes. También reconoció el papel crucial de los mexicanos en Estados Unidos, quienes enviaron cartas, correos y material en redes para expresar su oposición al tributo.

La presidenta comunicó que su administración seguirá conversando con senadores tanto republicanos como demócratas para aclarar las razones por las cuales el impuesto causará impactos en las economías de ambos países. Destacó que las repercusiones no son exclusivas de México, sino que también perjudican a naciones centroamericanas, donde las remesas representan hasta el 20% de su Producto Interno Bruto. En el caso de México, este ingreso constituye el 3% del PIB.

Sheinbaum recordó que el impuesto propuesto viola el Tratado para Evitar la Doble Tributación entre México y Estados Unidos, vigente desde 1994, que garantiza un trato fiscal no discriminatorio. El secretario de Hacienda y Crédito Público explicó que representaría una doble tributación que incumpliría el artículo 25 de dicho tratado. El gobierno mexicano ha iniciado una ofensiva diplomática que incluye el envío de cartas a congresistas estadounidenses, reuniones diplomáticas encabezadas por el embajador Esteban Moctezuma y encuentros con comunidades mexicanas en EE. UU. para explicar las consecuencias de la medida.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la madrugada del jueves 22 de mayo un paquete de reformas fiscales promovido por el presidente Donald Trump, que incluye un nuevo impuesto del 3.5% a las remesas enviadas por personas extranjeras sin ciudadanía ni residencia permanente legal. La propuesta aún debe ser discutida y aprobada por el Senado estadounidense.

Sheinbaum sostuvo su séptima llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para abordar temas sobre los aranceles en el sector automotriz y en el acero y el aluminio. Durante la conversación, la mandataria mexicana expresó su preocupación por el impacto de las medidas fiscales en los migrantes y en la economía mexicana. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington para continuar las negociaciones.

La presidenta de México enfatizó que su gobierno seguirá trabajando para que no haya ningún impuesto a las remesas que envían los migrantes a sus familias en México. «Vamos a seguir trabajando, informando a todas y todos, pero es algo que vale la pena reconocer», afirmó Sheinbaum.

El gobierno de México ha reafirmado su determinación de salvaguardar los derechos de los migrantes y asegurar que las remesas, una fuente esencial de sustento para millones de hogares, no sean sujetos a cargas fiscales indebidas. Las entidades gubernamentales proseguirán con sus acciones diplomáticas y legales para impedir la aplicación de dicho impuesto y sostener una relación positiva con los Estados Unidos.